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Nacional: Juan musin, Gonzalo Soria, Claudio Nishioka, Matías Boufflet, Kelo, Juan Ríos, Esteban Maurino, Pablo Leguizamón, Martín Decoud, Germán Moyano, Pablo Miller
Goles: David Pérez 10´ ST
Cambios: David Pérez por Matías, Mauro por Esteban Maurino, Esteban Maurino por Germán Moyano
Amonestados/Expulsados: Claudio Nishioka (A)
Síntesis:Burzaco -vía coaxil-. Luego de varias fechas de inactividad en la Liga por problemas climáticos, el día Domingo 9 de Agosto, precisamente ayer, volvió a rodar la bola.
En una nueva jornada Nacional se enfrentó a San Miguel, en la cancha 1 de la sede de Los Polacos, con algunas bajas (Emanuel, Hugo, Ariel) y un alta (David).
El primer tiempo se dió con intensidad, con un incisivo San Miguel que intentaba entrar especialmente por la banda derecha del Nacional, cuyo sector de la defensa se mantenía bien controlado.
A pesar de ello, el equipo no lograba desplegar un juego limpio desde abajo hacia arriba. El mediocampo cayó en su propio embudo, al chocar con el esquema impuesto por el rival. A pesar de contar en los primeros 20 minutos con alguna jugada elaborada, un par de pelotas paradas a favor, y hasta con un gol correctamente anulado por posición adelantada, Nacional se separó del ataque; lo que sobrellevó a recurrir al pelotazo, a causa de irse cerrando ante las reiteradas embestidas de un San Miguel que llegaba claramente bajo los tres palos de Juan Musín, quién tuvo un par de intervenciones salvadoras para mantener el arco en cero hasta el final de los 45´ iniciales.
La segunda mitad arrancó del mismo modo que la anterior, pero con un Nacional que intentaba corregir los errores ya cometidos. Se lo vio más ordenado y con más presencia en el campo rival. Aunque no fue un partido sucio, hubo fallos arbitrales muy discutibles (off-sides moneda corriente), incluyéndose situaciones en donde un juez de línea difería con el árbitro sobre un misma jugada, donde casualmente -y este cronista lo puede asegurar-, el juego brusco era en contra de Nacional. La suerte (o la consecuencia) estaba echada cuando rondando los 10 minutos de juego, un tiro libre indirecto dentro del área local se convirtió en gol de San miguel, luego de que el balón rebotara infortunadamente en las piernas de un arquero tapado ante 4 jugadores.
Antes de sacar del medio, el DT Moncho introdujo dos cambios, uno obligado por lesión: el ingreso de David por Matías -un puntal hasta ese momento-; y el de Mauro por Esteban, debido a rendimiento.
El León de Llavallol salió herido hacia el campo rival y, cual hijo del rigor, empujo a la visita con más garra que fútbol, logrando luego de un rebote a la salida de un corner, el empate por medio de un potente tiro de afuera del área de David que descolocó al arquero.
Todo parecía encaminarse, el partido se había emparejado con un Nacional creyendo que podía ser más que un San miguel que no punzaba tanto como antes. Ese parecía ser el camino, con la sensación de que si cambiaba el ritmo lo podría ganar.
Pero la mala fortuna y el desconcierto, golpeo la mandíbula del León dejándolo tambaleando en solo 5 minutos.
Un centro llovido y aislado desde la derecha dejó mal posicionado al arquero local ante la arremetida del 9 visitante, quién desde el piso y sin ángulo pateó una pelota que boyaba cerca de la línea de fondo, decretando un 2 a 1 creanme, inesperado.
Sin tiempo para tomar aire, 4 minutos más tarde, un tiro libre pasado desde casi el mediocampo, sobró a todos, hasta que de un pique se incrustó en el ángulo izquierdo del arco de Nacional, y en el ánimo de todos sus jugadores.
Ya todo era cuesta arriba, Nacional estaba desdibujado y por momentos deambulaba cansado, y de a ratos con un manojo de voluntades que eran nada más que orgullo. Para agregar algo más, también tuvo que lidiar con otro fallo polémico arbitral que dejo seguir una jugada en claro off-side del visitante quién marcaría, por medio de una pared en el área chica, el 4 a 1.
Minutos más tarde un tiro libre a favor de Nacional que rebotaría en el codo intencionalmente puesto por un defensor de la barrera contraria, conllevaría a la jugada que desembocaría en el 5to. y último gol en contra de Nacional; el cual no me pregunten como fue, ni por que sector vino, ya no importa, sinceramente viene a mí la misma bronca que sentían los jugadores de Nacional al escuchar como el juez decretaba el fin del juego, el cual pareció que no pudieron empezar...
El primer tiempo se dió con intensidad, con un incisivo San Miguel que intentaba entrar especialmente por la banda derecha del Nacional, cuyo sector de la defensa se mantenía bien controlado.
A pesar de ello, el equipo no lograba desplegar un juego limpio desde abajo hacia arriba. El mediocampo cayó en su propio embudo, al chocar con el esquema impuesto por el rival. A pesar de contar en los primeros 20 minutos con alguna jugada elaborada, un par de pelotas paradas a favor, y hasta con un gol correctamente anulado por posición adelantada, Nacional se separó del ataque; lo que sobrellevó a recurrir al pelotazo, a causa de irse cerrando ante las reiteradas embestidas de un San Miguel que llegaba claramente bajo los tres palos de Juan Musín, quién tuvo un par de intervenciones salvadoras para mantener el arco en cero hasta el final de los 45´ iniciales.
La segunda mitad arrancó del mismo modo que la anterior, pero con un Nacional que intentaba corregir los errores ya cometidos. Se lo vio más ordenado y con más presencia en el campo rival. Aunque no fue un partido sucio, hubo fallos arbitrales muy discutibles (off-sides moneda corriente), incluyéndose situaciones en donde un juez de línea difería con el árbitro sobre un misma jugada, donde casualmente -y este cronista lo puede asegurar-, el juego brusco era en contra de Nacional. La suerte (o la consecuencia) estaba echada cuando rondando los 10 minutos de juego, un tiro libre indirecto dentro del área local se convirtió en gol de San miguel, luego de que el balón rebotara infortunadamente en las piernas de un arquero tapado ante 4 jugadores.
Antes de sacar del medio, el DT Moncho introdujo dos cambios, uno obligado por lesión: el ingreso de David por Matías -un puntal hasta ese momento-; y el de Mauro por Esteban, debido a rendimiento.
El León de Llavallol salió herido hacia el campo rival y, cual hijo del rigor, empujo a la visita con más garra que fútbol, logrando luego de un rebote a la salida de un corner, el empate por medio de un potente tiro de afuera del área de David que descolocó al arquero.
Todo parecía encaminarse, el partido se había emparejado con un Nacional creyendo que podía ser más que un San miguel que no punzaba tanto como antes. Ese parecía ser el camino, con la sensación de que si cambiaba el ritmo lo podría ganar.
Pero la mala fortuna y el desconcierto, golpeo la mandíbula del León dejándolo tambaleando en solo 5 minutos.
Un centro llovido y aislado desde la derecha dejó mal posicionado al arquero local ante la arremetida del 9 visitante, quién desde el piso y sin ángulo pateó una pelota que boyaba cerca de la línea de fondo, decretando un 2 a 1 creanme, inesperado.
Sin tiempo para tomar aire, 4 minutos más tarde, un tiro libre pasado desde casi el mediocampo, sobró a todos, hasta que de un pique se incrustó en el ángulo izquierdo del arco de Nacional, y en el ánimo de todos sus jugadores.
Ya todo era cuesta arriba, Nacional estaba desdibujado y por momentos deambulaba cansado, y de a ratos con un manojo de voluntades que eran nada más que orgullo. Para agregar algo más, también tuvo que lidiar con otro fallo polémico arbitral que dejo seguir una jugada en claro off-side del visitante quién marcaría, por medio de una pared en el área chica, el 4 a 1.
Minutos más tarde un tiro libre a favor de Nacional que rebotaría en el codo intencionalmente puesto por un defensor de la barrera contraria, conllevaría a la jugada que desembocaría en el 5to. y último gol en contra de Nacional; el cual no me pregunten como fue, ni por que sector vino, ya no importa, sinceramente viene a mí la misma bronca que sentían los jugadores de Nacional al escuchar como el juez decretaba el fin del juego, el cual pareció que no pudieron empezar...