NACIONAL 2 – LA CUMBRE 1
Nacional: Emmanuel Zaldúa, Adrian Pizarro, Claudio Nishioka, Nelson Amaya, Esteban Maurino, Leonardo Rodríguez, Gonzalo Soria, Juan Ríos, Martin Decoud ©, Pablo Miller, Ariel Damiani
Goles: Pablo Miller y Ariel Damiani
Cambios: No hubo
Amonestados/Expulsados: Emmanuel Zaldúa (E)(A+A), Gonzalo Soria (A), Nelson Amaya (A), Juan Ríos (A)
Síntesis:
Tras el último partido disputado con San Miguel, encuentro que finalizara empatado 1-1, pero debido a que San Miguel incluyera en su once inicial a jugadores que no estaban inscriptos en su plantilla, la Liga OLFAP decidió otorgar los puntos a favor de Nacional. Un punto valioso que suma para poder pelear los primeros puestos, ademas de dar animos a este "renovado" Nacional que partido a partido comienza a mostrar un mejor juego en equipo.
Correspondiente a la sexta fecha del Torneo Reducido, Nacional se enfrenta a La Cumbre, pero debido a que hubieron importantes ausencias para este encuentro, Nacional se vió obligado a improvisar entre su ajustado número de jugadores, a su once inicial. La experiencia de su DT logró adecuar una formación que no desentonara en sus líneas, de esta manera Nacional salía al campo de juego a disputar el encuentro.
En el inicio de la primera etapa pudo observarse a un Nacional muy concentrado, achicando los espacios e intentando jugar el balón por abajo, el conjunto de La Cumbre contaba con buenas individualidades, con chispazos de buen juego pero también con algunos cortocircuitos para generarlo, no obstante para la "improvisada" defensa de Nacional esto no significaba que pudiera quedarse relajada, debía preocuparse por aquellas individualidades ademas de la velocidad de sus atacantes. Se puede decir que si bien hubieron algunas complicaciones al principio, pudo cumplir aceptablemente en frenar los ataques de su rival.
Interesantes subidas por el sector derecho a cargo de Adrian Pizarro, quien lograba contener y ceder el balón a los mediocampistas, ademas de acompañar en cada ataque. Lo mismo por la izquierda, sector a cargo de Esteban Maurino, quien al principio se mostró inseguro para proyectarse por su banda, pero logró contrarrestar esa falencia con la entrega limpia de cada balón, ademas de solidificar su marca ante el hábil y veloz puntero del conjunto rival. Transcurridos los primeros 25 minutos del partido, nació una gran jugada tras un balón entregado por Esteban Maurino a Juan Ríos, este se proyectó por su izquierda desparramando jugadores por el camino, pero aunque fué interceptado por el zaguero rival, Juan Ríos logró recuperarlo y quitándose nuevamente a varios jugadores rivales de encima, logró asistir limpiamente a Pablo Miller quien entraba por el centro y casi sin frenar el balón le cambió el palo al arquero rival, enviándolo al fondo de la red, golazo, 1-0.
Un movedizo Martin Decoud le ocasionaba dolores de cabeza a los mediocampistas del conjunto rival, quienes no lograban interceptarlo, quien estando además acompañado con la férrea marca de Gonzalo Soria, quien ademas jugó cada balón correctamente, de un muy participativo Leonardo Rodríguez, quien lograba tocar y desmarcarse rápidamente y del siempre habilidoso Juan Ríos, lograban establecer un buen circuito de juego en todo el mediocampo. A todo esto también le debemos sumar las presencias de un electrizante Ariel Damiani, quien corría por todo el frente de ataque y casi no podía ser contenido por los defensores rivales, lo mismo con Pablo Miller, quien luchó cada pelota incansablemente, presionando a la defensa contraria. Por todo ello es que no tardó en llegar el segundo gol de Nacional, tras una gran jugada colectiva, Martín Decoud recibió el balón desde la izquierda y asistió a Ariel Damiani con un envío aéreo que superó a los defensores rivales, sin que el balón picara Ariel Damiani sacó un violento remate de volea que se clavó en el ángulo del arco rival, otro golazo para aumentar el marcador en un 2-0.
El conjunto de La Cumbre estaba desorientado, ni siquiera los pocos minutos que quedaban para el cierre de este primer acto les sirvió para encontrar una respuesta, ante un inspirado Nacional que jugó un primer tiempo casi perfecto.
El entretiempo fue necesario para que los jugadores recuperaran el gran desgaste físico realizado hasta el momento, y sin recambio alguno, Nacional debía concentrarse en mantener el mismo juego propuesto en el primer tiempo.
Estando ya en el complemento, el cansancio comenzó a notarse en algunos de los jugadores de Nacional, el equipo poco a poco se fue retrasando e inconscientemente comenzó a jugar un poco a la defensiva, para comenzar a depender del contraataque. La Cumbre seguía apostando a sus individualidades, quienes ocasionaban una gran molestia a la línea defensiva de Nacional, por la velocidad y la habilidad de sus atacantes, sin embargo estos ataques fueron bien contenidos, incluso con la participación y la seguridad de Emmanuel Zaldúa. Nacional generó algunos contraataques los cuales algunos terminaron cerca y otros eran contenidos por la defensa rival, pero no lograba aumentar el marcador que seguía, por el momento manteniendose a su favor.
El conjunto rival entro en el nerviosismo y la desesperación, ante los minutos que se iban consumiendo sin que lograran el descuento del marcador, comenzaron a generarse algunos rozes entre sus propios integrantes, incluso contra Nacional, quien por primera vez increíblemente no cayó ante la provocación del contrario. Transcurrían aproximadamente 72 minutos de juego y un ataque masivo del conjunto de La Cumbre obligó a bajar a los mediocampistas de Nacional, el puntero derecho rival arremetió en diagonal haciendo uso de su velocidad, encontrandose con Juan Ríos quien le quitó su posición con el cuerpo de manera limpia, pero el acto de picardía del atacante rival al tirarse vendió todos los números de su show que el arbitro terminó comprando, castigando a Nacional con la pena máxima, penal, que el mismo jugador se encargó de cambiar por gol, 2-1.
Para La Cumbre se le abría una puerta de esperanza en lograr cambiar el resultado del encuentro, pero los cansados jugadores de Nacional no estarían dispuestos a ceder fácilmente. Estando ya en tiempo cumplido y casi en el inicio de los cuatro minutos adicionados por el arbitro, La Cubre comenzó a presionar a Nacional contra su propio arco, una nueva arremetida del veloz puntero derecho del conjunto rival, quien supero la marca de varios jugadores, obligó a Emmanuel Zaldúa a salir del arco e interceptar al jugador cometiéndole un claro penal, debido a que Emmanuel Zaldúa se encontraba amonestado automáticamente fue expulsado con esta segunda tarjeta amarilla, de esta manera el arco de Nacional se encontraba vacante y el voluntario ofrecido para cubrirlo fué Nelson Amaya, dejando su puesto de defensor central, quedando la gran responsabilidad del resultado final del encuentro en sus propias manos. Tras una corta carrera del jugador rival, este remata y logra engañar a Nelson Amaya quien volando hacia su izquierda logró manotear el balón evitando el gol. Final del encuentro y de esta manera Nelson Amaya se convirtió en el héroe de la mañana, una mañana en la que Nacional por fin pudo lograr un gran y merecido triunfo e irse a su casa con una gran sonrisa.
Nacional tuvo un primer tiempo electrizante, con mucho toque, mucho desgaste físico de sus jugadores, un desgaste que terminó jugandole en contra ya para el segundo tiempo, esto se debe a que no hubo recambios, por las ausencias, con y sin aviso, de algunos de sus jugadores importantes, de haber habido recambio, Nacional quizá no hubiese tener que haber sufrido tanto cuando se consumían los minutos finales. De haber terminado en empate hubiese sido injusto, Nacional en todo momento hizo mas méritos para llevarse los dos puntos, justificándolo con la actitud y con la determinación de sus once jugadores.
Meritorio y destacable la actuación de seis jugadores: Juan Ríos, Martin Decoud, Nelson Amaya, Leonardo Rodríguez, Adrian Pizarro y David Perez, los dos primeros por el buen juego generado y por sus perfectas asistencias, las que permitieron que tanto Pablo Miller como Ariel Damiani quedaran solos frente al arco, Nelson Amaya por haber tenido al responsabilidad de tener el resultado en los que once jugadores se sacrificaron en lograr y mantenerlo intacto sin que le pesara dicha responsabilidad, Leonardo Rodríguez y Adrian Pizarro, quienes no desentonaron con el resto del equipo, a pesar de jugar en improvisadas posiciones, cumplieron a la perfección sus funciones. Y por último David Perez por venir a ver y alentar al equipo pese a encontrarse imposibilitado de jugar por su lesión, cosa que fue un incentivo ademas de sus gritos de aliento.
Esto no quiere decir que el resto del equipo opacó o que jugó de manera irregular al resto, siendo todo lo contrario, ya que los partidos los ganamos todos los que jugamos, la acción de uno o de unos cuantos, pueden contagiar e inspirar al resto, pero es la acción de todos lo que nos lleva a ganarlos... y la acción de uno solo nos puede llevar a perderlos, esta vez no existió ese "uno", es por ello que todos somos responsables de este gran logro.
Correspondiente a la sexta fecha del Torneo Reducido, Nacional se enfrenta a La Cumbre, pero debido a que hubieron importantes ausencias para este encuentro, Nacional se vió obligado a improvisar entre su ajustado número de jugadores, a su once inicial. La experiencia de su DT logró adecuar una formación que no desentonara en sus líneas, de esta manera Nacional salía al campo de juego a disputar el encuentro.
En el inicio de la primera etapa pudo observarse a un Nacional muy concentrado, achicando los espacios e intentando jugar el balón por abajo, el conjunto de La Cumbre contaba con buenas individualidades, con chispazos de buen juego pero también con algunos cortocircuitos para generarlo, no obstante para la "improvisada" defensa de Nacional esto no significaba que pudiera quedarse relajada, debía preocuparse por aquellas individualidades ademas de la velocidad de sus atacantes. Se puede decir que si bien hubieron algunas complicaciones al principio, pudo cumplir aceptablemente en frenar los ataques de su rival.
Interesantes subidas por el sector derecho a cargo de Adrian Pizarro, quien lograba contener y ceder el balón a los mediocampistas, ademas de acompañar en cada ataque. Lo mismo por la izquierda, sector a cargo de Esteban Maurino, quien al principio se mostró inseguro para proyectarse por su banda, pero logró contrarrestar esa falencia con la entrega limpia de cada balón, ademas de solidificar su marca ante el hábil y veloz puntero del conjunto rival. Transcurridos los primeros 25 minutos del partido, nació una gran jugada tras un balón entregado por Esteban Maurino a Juan Ríos, este se proyectó por su izquierda desparramando jugadores por el camino, pero aunque fué interceptado por el zaguero rival, Juan Ríos logró recuperarlo y quitándose nuevamente a varios jugadores rivales de encima, logró asistir limpiamente a Pablo Miller quien entraba por el centro y casi sin frenar el balón le cambió el palo al arquero rival, enviándolo al fondo de la red, golazo, 1-0.
Un movedizo Martin Decoud le ocasionaba dolores de cabeza a los mediocampistas del conjunto rival, quienes no lograban interceptarlo, quien estando además acompañado con la férrea marca de Gonzalo Soria, quien ademas jugó cada balón correctamente, de un muy participativo Leonardo Rodríguez, quien lograba tocar y desmarcarse rápidamente y del siempre habilidoso Juan Ríos, lograban establecer un buen circuito de juego en todo el mediocampo. A todo esto también le debemos sumar las presencias de un electrizante Ariel Damiani, quien corría por todo el frente de ataque y casi no podía ser contenido por los defensores rivales, lo mismo con Pablo Miller, quien luchó cada pelota incansablemente, presionando a la defensa contraria. Por todo ello es que no tardó en llegar el segundo gol de Nacional, tras una gran jugada colectiva, Martín Decoud recibió el balón desde la izquierda y asistió a Ariel Damiani con un envío aéreo que superó a los defensores rivales, sin que el balón picara Ariel Damiani sacó un violento remate de volea que se clavó en el ángulo del arco rival, otro golazo para aumentar el marcador en un 2-0.
El conjunto de La Cumbre estaba desorientado, ni siquiera los pocos minutos que quedaban para el cierre de este primer acto les sirvió para encontrar una respuesta, ante un inspirado Nacional que jugó un primer tiempo casi perfecto.
El entretiempo fue necesario para que los jugadores recuperaran el gran desgaste físico realizado hasta el momento, y sin recambio alguno, Nacional debía concentrarse en mantener el mismo juego propuesto en el primer tiempo.
Estando ya en el complemento, el cansancio comenzó a notarse en algunos de los jugadores de Nacional, el equipo poco a poco se fue retrasando e inconscientemente comenzó a jugar un poco a la defensiva, para comenzar a depender del contraataque. La Cumbre seguía apostando a sus individualidades, quienes ocasionaban una gran molestia a la línea defensiva de Nacional, por la velocidad y la habilidad de sus atacantes, sin embargo estos ataques fueron bien contenidos, incluso con la participación y la seguridad de Emmanuel Zaldúa. Nacional generó algunos contraataques los cuales algunos terminaron cerca y otros eran contenidos por la defensa rival, pero no lograba aumentar el marcador que seguía, por el momento manteniendose a su favor.
El conjunto rival entro en el nerviosismo y la desesperación, ante los minutos que se iban consumiendo sin que lograran el descuento del marcador, comenzaron a generarse algunos rozes entre sus propios integrantes, incluso contra Nacional, quien por primera vez increíblemente no cayó ante la provocación del contrario. Transcurrían aproximadamente 72 minutos de juego y un ataque masivo del conjunto de La Cumbre obligó a bajar a los mediocampistas de Nacional, el puntero derecho rival arremetió en diagonal haciendo uso de su velocidad, encontrandose con Juan Ríos quien le quitó su posición con el cuerpo de manera limpia, pero el acto de picardía del atacante rival al tirarse vendió todos los números de su show que el arbitro terminó comprando, castigando a Nacional con la pena máxima, penal, que el mismo jugador se encargó de cambiar por gol, 2-1.
Para La Cumbre se le abría una puerta de esperanza en lograr cambiar el resultado del encuentro, pero los cansados jugadores de Nacional no estarían dispuestos a ceder fácilmente. Estando ya en tiempo cumplido y casi en el inicio de los cuatro minutos adicionados por el arbitro, La Cubre comenzó a presionar a Nacional contra su propio arco, una nueva arremetida del veloz puntero derecho del conjunto rival, quien supero la marca de varios jugadores, obligó a Emmanuel Zaldúa a salir del arco e interceptar al jugador cometiéndole un claro penal, debido a que Emmanuel Zaldúa se encontraba amonestado automáticamente fue expulsado con esta segunda tarjeta amarilla, de esta manera el arco de Nacional se encontraba vacante y el voluntario ofrecido para cubrirlo fué Nelson Amaya, dejando su puesto de defensor central, quedando la gran responsabilidad del resultado final del encuentro en sus propias manos. Tras una corta carrera del jugador rival, este remata y logra engañar a Nelson Amaya quien volando hacia su izquierda logró manotear el balón evitando el gol. Final del encuentro y de esta manera Nelson Amaya se convirtió en el héroe de la mañana, una mañana en la que Nacional por fin pudo lograr un gran y merecido triunfo e irse a su casa con una gran sonrisa.
Nacional tuvo un primer tiempo electrizante, con mucho toque, mucho desgaste físico de sus jugadores, un desgaste que terminó jugandole en contra ya para el segundo tiempo, esto se debe a que no hubo recambios, por las ausencias, con y sin aviso, de algunos de sus jugadores importantes, de haber habido recambio, Nacional quizá no hubiese tener que haber sufrido tanto cuando se consumían los minutos finales. De haber terminado en empate hubiese sido injusto, Nacional en todo momento hizo mas méritos para llevarse los dos puntos, justificándolo con la actitud y con la determinación de sus once jugadores.
Meritorio y destacable la actuación de seis jugadores: Juan Ríos, Martin Decoud, Nelson Amaya, Leonardo Rodríguez, Adrian Pizarro y David Perez, los dos primeros por el buen juego generado y por sus perfectas asistencias, las que permitieron que tanto Pablo Miller como Ariel Damiani quedaran solos frente al arco, Nelson Amaya por haber tenido al responsabilidad de tener el resultado en los que once jugadores se sacrificaron en lograr y mantenerlo intacto sin que le pesara dicha responsabilidad, Leonardo Rodríguez y Adrian Pizarro, quienes no desentonaron con el resto del equipo, a pesar de jugar en improvisadas posiciones, cumplieron a la perfección sus funciones. Y por último David Perez por venir a ver y alentar al equipo pese a encontrarse imposibilitado de jugar por su lesión, cosa que fue un incentivo ademas de sus gritos de aliento.
Esto no quiere decir que el resto del equipo opacó o que jugó de manera irregular al resto, siendo todo lo contrario, ya que los partidos los ganamos todos los que jugamos, la acción de uno o de unos cuantos, pueden contagiar e inspirar al resto, pero es la acción de todos lo que nos lleva a ganarlos... y la acción de uno solo nos puede llevar a perderlos, esta vez no existió ese "uno", es por ello que todos somos responsables de este gran logro.